sábado, 8 de febrero de 2014

CLASES DE YOGA



El Yoga es una disciplina tradicional originaria de India. Su práctica constituye un método de mejoramiento humano que contiene medicina natural, ciencia de la salud, psicología, mística, filosofía. Se trata, ante todo, de un conjunto de técnicas psicofísicas y psicomentales para el desarrollo armónico de la persona. Existen muchos tipos de yoga, el más popular en occidente es el Hatha Yoga que consiste en una serie de Asanas (posturas) que combinadas con la práctica del pranayama (control de la respiración o del aliento) permiten mantener el cuerpo sano, ágil, flexible, fuerte, relajado y la mente atenta, centrada y serena. El radja yoga o yoga mental apunta de manera directa a la mente y trabaja para perfeccionar sus potencias y funciones haciendo que ésta permanezca armónica y operativa, el practicante aprende a mantener la mente ruidosa más silente, ecuánime, atenta y perceptiva. De ese modo se refrena la memoria negativa y la persona se abre al aquí-ahora. La meditación trabaja en las profundidades y superficies de la mente, con el objeto de liberarla de trabas, negatividades y actitudes equívocas.
En nuestro centro las clases son personalizadas, constan de ejercicios de precalentamiento, de la práctica de Hatha Yoga y radja yoga, finaliza con una relajación, dura 60 minutos, se puede practicar todos los días sin límite de edad.
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¿QUÉ ES EL YOGA?
Ramiro A. Calle

El yoga se originó en la India hace más de seis mil años. Su práctica constituye un método de mejoramiento humano que contiene medicina natural, ciencia de la salud, psicología, mística, psicosomática, filosofía y metafísica. Se trata, ante todo, de un conjunto de técnicas psicofísicas y psicomentales para el desarrollo armónico de la persona. Sus procedimientos, tan antiguos como fiables y largamente experimentados, son un medio para favorecer el cuerpo, la mente, las energías, el carácter y la conducta. El yoga es también una actitud vital y un modo de pensamiento. Aboga por el autoconocimiento, el crecimiento interior, el control del pensamiento, la apertura del corazón y las óptimas relaciones con uno mismo y con los demás. Proporciona claves para desarrollar la consciencia y purificar el entendimiento, y prácticas para regular y armonizar las energías.
  Ahora bien, el yoga no es una religión; se trata de una disciplina suprarreligiosa, y puede ser practicado indistintamente por el creyente o el agnóstico. No obstante, ha sido incorporado a numerosas tradiciones místicas como método de autoconocimiento y autodesarrollo. Tanto es así, que constituye el eje espiritual de Oriente, y sus procedimientos de mejoramiento humano han sido utilizados por los hindúes, budistas, tántricos, taoístas,zen y otras escuelas de purificación y realización. El yoga es, por tanto, una psicología de larealización y, como tal, puede ser practicado por cualquier persona, ya sea adolescente o anciana, letrada o iletrada, sana o enferma. Desde hace dos décadas son innumerables los practicantes de yoga en el mundo, cantidad que crece cada día debido a los evidentes beneficios que reporta. Ya en 1920 Hermann Hesse señaló que si algo urgía a Occidente, era la práctica del yoga. Tal fascinación se debe, sin duda, a que su sabiduría milenaria hay podido perpetuarse de maestro a discípulo, siglo  tras siglo, a que sus técnicas han sido experimentadas sin interrupción, y a que nada hay de gratuito o no probado experimentalmente en las mismas.
   El yoga es, por otra parte, un método de integración. Nos exhorta a equilibrar nuestra unidad psicosómatica y nos ofrece procedimientos para entrenar armónicamente el cuerpo, la mente, la conducta y la actitud. Constituye el sendero de la atención despierta, y, consecuentemente, todas sus técnicas deber ser aplicadas con atención, evitándose así cualquier actitud mecánica o automática. Por esta razón, el yoga es también un valioso procedimiento para desalienarnos. Con él se aprende a operar de manera beneficiosa sobre las energías. En definitiva, el yoga procura dicha y bienestar; esto es, funciona como un sistema soteriológico, que tiende a liberar del dolor.
   El yogui aprende a relacionarse consigo mismo y se convierte, hasta donde le es posible, en artífice de su cuerpo y de su mente, pero con actitud humilde, jamás de triunfalismo narcisista. No se trata de competir ni de alcanzar un récord: cada uno hace cuanto puede para mejorarse a sí mismo y para mejorar su relación con los otros seres. Mediante el yoga se renuncia al sufrimiento innecesario y se halla la fuente de felicidad en el propio interior. Se aprende a vivir más desapegadamente, en apertura y disponibilidad, de momento en momento, liberando así la mente de venenos y “pensamientos basura”, que tantos trastornos  psicosomáticos originan. Existen técnicas para proporcionar bienestar, vitalidad, salud y juventud al cuerpo, y técnicas para modificar los viejos y condicionantes modelos de conducta mental. El yoga nos facilita los medios para ser más libres, fluidos, calmos. Nos enseña a evitar innecesarias tensiones, fricciones y conflictos; nos abre una vía hacia la alegría interior, y nos otorga los procedimientos para sincronizar el cuerpo y la mente. Por todo ello, el doctor Lindenberg ha declarado: “Estoy convencido de que ninguna doctrina destinada al hombre es tan valiosa, y, además, la considero la más elevada”. A su vez, el gran científico Julian Huxley consideraba que su práctica era un método excepcional para propiciar salud mental.
   En definitiva, mediante las técnicas del yoga lograremos una salud más estable, sentirnos más jóvenes y vitales y relacionarnos mejor con nosotros mismos y con los demás. Además, aprenderemos a encarar con ecuanimidad las contrariedades, a disfrutar sin apego a o aferramiento, a sufrir sin generar sufrimiento y a  acoplar mejor nuestraa energías y no desaprovecharlas innecesariamente y poder regular las propensiones de nuestro carácter. Para que todo lo anterior sea posible, el yoga insiste en:

-          El cultivo de unos ideales de integración, más allá de cualquier punto de vista estrecho, dogma o creencia preestablecida.
-          La práctica de procedimientos psicofísicos y psicomentales para mejorar la unidad psicosomática.
-          La observación de actitudes que nos ayuden a crecer interiormente y a mejorar nuestro estado psicológico.
-          La práctica de una ética genuina, consistente en poner los medios para que los demás sean felices y en evitar daño a cualquier ser viviente, propiciando así la benevolencia y la compasión.
-          El cultivo del desapego, la no violencia y la serenidad.
-          El ejercicio de la ecuanimidad y la comprensión.
-          La limpieza de la mente de venenos, trabas, “pensamientos basura y tensiones”.
-          La transformación de las energías regresivas en energías de evolución.
-          El máximo desarrollo de la atención mental.
-          La práctica del autoconocimiento y del acrecentamiento de la consciencia, evitando la mecanicidad y el automatismo psíquicos.
-          El cultivo de la sabiduría interior, que es mucho más iluminadora y transformadora que el conocimiento o el saber basado en la erudición.

-          El ejercicio no sólo del hacer, sino también del ser.



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